Después de estar en un terrible accidente automovilístico los compañeros de trabajo me hablaron para que me pusiera en contacto con un abogado para poder asegurarme de que los gastos médicos estuvieran cubiertos.
No les mentire, siempre he tenido angustias sobre los abogados, así que me resistí de hacerlo. Pero a medida que los resultados de las pruebas, las facturas de ambulancia, las facturas del hospital, etc. empezaron a llegar, me di cuenta de que seria mejor ponerme en contacto con un abogado.
Me alegro de haberlo hecho, todos en la oficina me hicieron sentir bienvenido. Durante todo el proceso me mantuvo actualizado, me aconsejaron e incluso me llamaban para saber cómo me estaba yendo.
Al final, pude cubrir los costos de todas las facturas, y el costo de reemplazar mi vehículo (porque, por supuesto, la compañía de seguros no me dio el valor en el que estaba).
Muy complacido y con mucho gusto admitiré que estaba equivocado con los abogados … bueno, eso o estos tipos son la excepción a la regla.
- Carl B.